martes, 5 de abril de 2016

Mi viaje a Isla de Pascua 3

DÍA 1

Cuando bajamos en Hanga Roa , hizo aparición el calor tropical de Rapa Nui, pero había algo más, un aire- energía –espacio-tiempo cuá-ti-co. (Una vez leí una entrevista que le hicieron a la Blanca Lewin cuando grabaron IORANA (eee nu a eco ro tata taqueuritani-ta..) y ella dijo que cuando se bajó del avión el aire olía a sexo, obvio que mis fosas nasales virginales nunca olieron a sexo –qué pensaría la hermana monja María Cruz de todo esto-). En fin, el sudor de tu cuerpo abrigado como hijo único (llegó el otoño a Santiago puh) se pegaba a tu ropa y era asqueroso, pocas veces me he sentido asquerosa y esta oportunidad ocupaba el tercer lugar de mi top ten de momentos asquerosos (no pregunten qué más incluye el ranking), yo puro quería sacarme las pantyes.  Pagué mi pase al Parque Nacional (10.000 CLP) a un isleño que no sé por qué estaba muy muy feliz y me dentré pa dentro (quizá era mi oportunidad y fallé)
Apareció el labrador que te olía las maletas en la pista Hot Wheels y mientras tanto, la persona que estaba con el cartelito te entregaba el famoso collar de flores. Muy lindo todo, me encantan las flores  (mentira: mi sistema inmune es no inmune a flores, polvo, flores, y otros. Y flores). Y ya, apareció mi pequeña valija y nos fuimos al hotel con la Caro (recepcionista del Hotel y chilena de Chile) a pata porque la weá estaba al lado. Me preguntó porque andaba sola y esas cosas que te preguntan cuando andai sola y me ofreció toda la ayuda para comerme a un mino  para buscar tours y esas cosas. El hotel con toda la flora nativa de la Isla tenía unos moais a la entrada (baia baia) – y entramos a hablar con el José (recepcionista 2,  chileno de Chile, compañero de Caro, y algo más 1313,  1414) que me pidió altiro un tour full day para el lunes que partía  a las 9:30.
Llegué a mi habitación hermosa, me di una ducha para sacarme el sudor (para luego quedar con más sopeamiento), guardé mi merca en el frigobar y salí a recorrer las calles con la Caro y el José en una van. La idea era ubicarme rápido porque la Isla es chica y confiaban en mi cara de viah intelectual. Después volvimos al hotel, me puse mi bañador, agarré mi Iphone, mi cámara de turista, mi gorro de turista y salí sola a caminar con mi ma-pa (aki Alexis Sánchez y su video cuando muestra cómo disertaba cuando cabroh chigo tocopilla).  Asomé la nariz a la salida y pasan unos weones isleños en auto con reguetón  de fondo y gritando piropos varios. Ok. NOT! Es la misma weá en todos lados L. Después seguí caminando y caché restorants, negocios, “supermercados” y farmacias, los pacos carabineros, la muni etc.  Y como era sabido, las calles sin ninguna señalización  que diga: calle x, calle tanto, encontonces había que aprenderse todo de memoria (uno nunca descansa, ni en vacaciones).
Mi idea inicial era llegar a donde estaban los  primeros moais que vi con los recepcionistas en la van (una ruta fácil ya que era dentro de Hanga Roa) que se llamaba Tahai a un lado del cementerio y de la caleta. Había una playa en la que me metí cagá de susto (looooser!) ya que mi experiencia con el mar es de miedo, onda MI-E-DO, por los tiburones (vistos en películas) y por que una vez me tragó una ola y pensé en la muerte. Iba cruzando por la caleta y venía en sentido contrario un isleño anciano tata  en moto con la típica indumentaria isleña (camisa, collares y un cintillo con plumas –what!-) se devolvió y me invitó a su casa (estos tipos la hacen súper corta, deseo ser alguna vez así), que me iba a cocinar, que íbamos a ir a pescar, que iríamos a bucear, etc. Yo muy feliz de que el tatara tarara abuelo del Hotuiti me diera tan calurosa bienvenida, le planteé que no podía ser porque mi prometido me iría a buscar luego (aki el violín más pequeño del mundo de Bob Esponja, o también la canción de la Celine Dion “sola otra vez”) y rechazé la increíble oferta de la forma más cordial posible (ya que pensé que me podría secuestrar y estaba lista para meterle el palito selfie en un ojo- una es muy pasá a rollos!). El caballero fue muy amable, e igual me dio su número de celular y yo lo anoté en el mío y nos sacamos una selfie J. Murió el amor (aki: de nuevo la canción de Celine Dion)
Retomé mi caminata hasta Tahai y pasé por la segunda playa, en donde igual me metí un rato ya que era mucho más piola que la otra y estaba rodeada de puras rocas así que era mucho más segura. Y ahí fue donde lo vi. ADONIS hermoso precioso, rico saliendo del mar; “te miro, me miras, te ves tan lindo de perfil, tu pelo, tu boca, todo es perfecto para mi” PARA MI, PARA MI … PA-RA-MI. Inalcansable.  Y duró como dos minutos más el amor porque tenía que cumplir con mi itinerario. Porque si uno es caliente, siempre tiene que ser responsable.
 Y lo logré! Llegué a Tahai y ahí estaban 5 moais y más allá dos. Todos mirando al interior de la Isla, protegiéndola con su mirada (aunque casi no tenían ni ojos pero uno se imagina cómo eran antes)  y su poder.  El atardecer es hermoso ahí, no emitiré más opiniones ya que es algo que hay que vivir para sentirlo. Es más que una pasión, un sentimiento.
Tenía tantos sentimientos encontrados, que crucé y me encontré con el local Donde la la Tía Nancy , me tomé una cerveza y me comí una empanada de queso (amnesia alimentaria) de cómo un metro y rellena con queso,  RE-LLE-NA.  De esas que chorrean sin piedad. En Santiago deberían aprender a hacer empanadas así.  (5000 CLP).  Ya contenta y con el corazón y esómago llenito, me fui a dormir al hotel (aún sola).






Fin

Mi viaje a Isla de Pascua 2


El GRAN día

Contraté el Transexual Transvip y el chofer Don Juan me pasó a buscar a las 4:20 del domingo,  iban dos personas más (aki: viejos tatas) y Don Juan iba escuchando música evangélica. Todos iban felices escuchando las alabanzas de Yisus Craist, lo cual es bien raro siendo las 4:20 de la madrugada, pero  como nadie emitió comentarios negativos, yo simplemente me entregué para recibir todas las bendiciones. Llegué  a las 5 am al aeropuerto (Don Juan manejó muy raudo y veloz, ya que Yisus Craist era su copiloto). Imagínenme ahí, cagá de sueño y de frío,  aburrida, con hambre, sin poder hablar con nadie… O sea la muerte misma . Y me acordé de cuando era adolescente y universitaria y tenía el poder de dormir en cualquier lugar. Me fui a un ventanal en donde habia espacio y me tiré en el suelo (al lado de las pizzas), miraba que habían dos chinas qls que ocupaban 4 asientos y dormían con sus sacos de dormir de marca china. Las miré con mucho odio, no sé si sintieron algún ki maligno o no, pero espero que sí.
Dormí una hora, y fui a buscar comida y encontré el Dunkin`Donuts y olvidé mi régimen alérgico- alimentario y me comí una dona, un sándwich y un muffin (todo con mucho lácteo) Adiós con tu cuerpo.
A las 7:20 podía despedirme de mi maleta y me interrogaron con preguntas (obvio) así:
-       Tiene elementos inflamables? NO (No sabía si un encendedor era inflamable, o el desodorante en spray, o los repelentes de insectos o… Bueno sí sabía, pero de repente se me olvidó todo.
-       Tiene alimentos? (esta es una pregunta muy imbécil porque todo ser que traslade su trasero a la Isla LLEVA ALIMENTOS-habían personas con coolers wtf-) NO
Me pesaron la maleta: 25 kilos (límite 23 kilos), miré a la señora, sonreí y se hizo la weona siemplemente dejo pasar mi pequeño equipaje.

Abordé el avión, me fui a sentar mientras veía muchas cabezas rubias e idiomas incomprensibles para mi INGLÉS AVANZADO. Y yo pedía que por favor se subiera un manso mino (ojalá algún isleño) para hacerla corta  para poder conversar y entablar una linda amistad. Y se subió un flaite QUÉ CHUCHA! Devuélvanme mi dinero. En fin, me miraba mucho y había un asiento entre los dos… Y ese asiento permaneció así, porque me puse audífonos y me puse a escuchar Belle and Sebastian y después discos de The Beatles, hasta que encontré la película Grandes Héroes (no la había visto y no alcancé a ver el final- lo veré a la vuelta-)y no supe más de mi vida, hasta que llegó la comida. Obvio, me comí todo. Adiós con tu cuerpo 2.
El señor conductor del aeroplano dijo que llegaríamos en menos tiempo (4 horas) y yo miraba el reloj del celu y decía que ya eran las 14:30, y recordé que hay dos horas de diferencia,  AWEONÁ ilusa.
Dentro de todas las weás que pensé y medité durante el vuelo, fue que me gustaría ser azafata ya que lo único que tienen que hacer es sonreír, andar con su carro sirviendo cosas y hablar en inglés y viajar. Creo yo,  que igual sonreír todo el rato ante gente ql es difícil, pero lo hago todo el tiempo J , así que sería pan comido. Y con mi ingés avanzado OTSEA pinturita de uña.
Ya cuando avisaron que veríamos la Isla, todos los pendejos del avión parecían kinder garden gritando con el Tío Marcelo de Cachureos WUUOOOWWW! WUAAAAU! MAMÁAAAA! y otros derivados.  Y yo estaba muy feliz porque las bendiciones del cd evangélico de Don Juan habían surtido efecto y el vuelo no tuvo problemas.





Mi viaje a Isla de Pascua



El comienzo

Quise viajar a Isla de Pascua, por la sencilla razón de que un día me dio la weá y deseé vacaciones dignas. Vacaciones que se dignen llamar vacaciones. No sé si me explico. Pero las vacaciones que tuve cuando cumplí por fin mi primer año laboral (año 2015), se tradujeron en andar en el transantiago, el metro y el camión de mudanzas con unos viejos guatones feos, moviéndome por toda la capital, ya que me cambiaba de departamento.
Entonces me dije a mi misma: - Mi misma; a dónde quieres ir? Y recordé cuando era chica y participé en un casting para un conjunto folklórico y quedé! Y tuvimos muchas presentaciones y trajes y maquillaje y cagarse de frío semidesnuda en la plaza. Y estaba muy feliz, porque en ese tiempo mis caderas no mentían, y sabían moverse (así como Shakira).
Me puse a ver videos, fotos, recomendaciones, opiniones: TODO (aki: hombres pascuenses por supuesto). Y me motivé tanto que me metí a Lan y compré pasajes.
Coticé Googlee HOTEL RAPA NUI y mandé un mail al primer hotel que me apareció, que fue el HOTEL OCEANÍA.  Nos escribimos muchas veces, porque cada semana , cada día que pasaba mis ganas por visitar la isla aumentaban y yo quería estar muy segura de que todo saldría bien, o sea; los tenía chatos, pero el cliente siempre tiene la razón.
Sumado a todo esto, apareció la weá del virus zika y el dengue, y asdf y todos me decían que moriría y weá. Además de femicidios y muertes de viajeras y asdf. Bueno, yo quería viajar sola para reencontrarme conmigo misma (ay sí) y también porque no quería esperar a nadie para compatibilizar mis horarios y los de otras personas (qué paja!). Y porque viajar sola no debería suponer ningún miedo ni para mujeres ni para hombres. FIN

Preparativos

·      Pasajes LISTOS
·      Hotel LISTO
·      Transporte para el aeropuerto LISTO
·      Alimentos LISTOS : Compré mercadería porque obvio que en blogs y otras partes, decían que todo TODO era muy caro. Pan, más pan, agua embotellada, mermelada, jugos zuko, barritas de cereal, compotas de frutas, alimentos enlatados y encajados (no sé cómo se dice).
·      Sesión de fotos LISTA
·      Cuidado de Padme LISTO
·      Tours y buceo y shows y todo lo extra NO LISTO pero lo podía ver cuando llegara





sábado, 15 de agosto de 2015

Mejor más allá

Tenía que salir de ahí. Me tenía que ir. No por querer vivir sola y tener mi propio espacio, no por detestar los horribles e incompatibles horarios de mis amigos. Me tenía que ir porque no soportaba más. Odiaba esas cuatro paredes que alguna vez cobijaron nuestra breve historia, nuestras risas. Odiaba esa cama y sus sábanas que ahogaron y quemaron nuestros cuerpos. Odiaba la televisión en frente de la cama, que veíamos cada mañana al despertar. Odiaba saber que ahí planeamos tantas cosas. Odiaba sentir tu aroma en cada rincón. Odiaba sentir como el sol se colaba por la ventana e iluminaba mi cabello y ya no el tuyo. Odiaba saber que alguna vez ahí me dijiste buenos días! y buenas noches! Odiaba saber que conversábamos tanto, hasta quedarnos dormidos y abrazados. Odiaba saber que las manchas en mi manta eran por nuestras cenas y la mala puntería a tu boca. Odiaba esa puerta, que se cerró con un portazo tras mis gritos y llantos. Y el llanto continuó después. Odiaba saber que ahí comenzó todo, y terminó todo. Te odiaba a ti.

Días después visité el lugar, se sentía extraño tanto así que tu imagen apareció de nuevo diciendo adiós.
Te odiaba a ti y todavía lo hago. Mejor más allá.

lunes, 3 de marzo de 2014

Border

El mayor problema del borderline es sentir mucho. Sentir como si fuera la primera y la última vez, al mismo tiempo. Sentir que te tengo y que te vas pronto. Querer todo y entregarlo todo. Porque no habrá mañana. 
Y así despierto mañana, con todo y con nada. 

domingo, 24 de marzo de 2013

A veces siento que vuelve. Me susurra maquiavélicos planes al oído, luego me roza la falda con ayuda del viento y sube acariciando mis piernas. Parece cohibirse, y pretender que ahora todo funcionará mejor pues hará las cosas paso a paso. Más lento y directo, como una puñalada al corazón. De esas que no sólo dejan huella, sino que también hacen desaparecer todo rastro de vida. Y sé que va a doler, sólo de una vez.


martes, 13 de diciembre de 2011

MENCIÓN HONROSA CONCURSO 123 PALABRAS UC


Como dos extraños

 Hace un año, primavera en la universidad y en el corazón. Hoy, te veo a lo lejos entrando a la fotocopiadora del hall. Quizá no eres tú, esto de que pase el tiempo. Aunque, me es imposible confundir ese relajo a flor de piel, tan inherente a tu persona. Sí, efectivamente eras tú. Yo, inerte a pasos de la entrada, frunciendo algo más que el ceño e inventando estrategias para salir sigilosa del lugar y no causar la sarta de desastres que siempre me caracteriza al ponerme nerviosa. Nada que hacer, esto de cruzarnos y no cruzarnos debiera ser ya una costumbre. Resignación, audífonos en mis oídos, play a la música,  y “Como dos extraños” de Gardel. Una salida, casi airosa.