El GRAN día
Contraté el Transexual Transvip y el chofer Don Juan
me pasó a buscar a las 4:20 del domingo, iban dos personas más (aki: viejos tatas) y
Don Juan iba escuchando música evangélica. Todos iban felices escuchando las
alabanzas de Yisus Craist, lo cual es bien raro siendo las 4:20 de la madrugada,
pero como nadie emitió comentarios
negativos, yo simplemente me entregué para recibir todas las bendiciones.
Llegué a las 5 am al aeropuerto (Don
Juan manejó muy raudo y veloz, ya que Yisus Craist era su copiloto). Imagínenme
ahí, cagá de sueño y de frío, aburrida,
con hambre, sin poder hablar con nadie… O sea la muerte misma . Y me acordé de
cuando era adolescente y universitaria y tenía el poder de dormir en cualquier
lugar. Me fui a un ventanal en donde habia espacio y me tiré en el suelo (al
lado de las pizzas), miraba que habían dos chinas qls que ocupaban 4 asientos y
dormían con sus sacos de dormir de marca china. Las miré con mucho odio, no sé
si sintieron algún ki maligno o no, pero espero que sí.
Dormí una hora, y fui a buscar comida y encontré el Dunkin`Donuts
y olvidé mi régimen alérgico- alimentario y me comí una dona, un sándwich y un
muffin (todo con mucho lácteo) Adiós con tu cuerpo.
A las 7:20 podía despedirme de mi maleta y me interrogaron
con preguntas (obvio) así:
-
Tiene elementos inflamables? NO (No sabía si un
encendedor era inflamable, o el desodorante en spray, o los repelentes de
insectos o… Bueno sí sabía, pero de repente se me olvidó todo.
-
Tiene alimentos? (esta es una pregunta muy
imbécil porque todo ser que traslade su trasero a la Isla LLEVA ALIMENTOS-habían
personas con coolers wtf-) NO
Me pesaron la maleta: 25 kilos (límite 23 kilos), miré a la
señora, sonreí y se hizo la weona siemplemente dejo pasar mi pequeño
equipaje.
Abordé el avión, me fui a sentar mientras veía muchas
cabezas rubias e idiomas incomprensibles para mi INGLÉS AVANZADO. Y yo pedía
que por favor se subiera un manso mino (ojalá algún isleño) para hacerla
corta para poder conversar y
entablar una linda amistad. Y se subió un flaite QUÉ CHUCHA! Devuélvanme mi
dinero. En fin, me miraba mucho y había un asiento entre los dos… Y ese asiento
permaneció así, porque me puse audífonos y me puse a escuchar Belle and Sebastian
y después discos de The Beatles, hasta que encontré la película Grandes Héroes
(no la había visto y no alcancé a ver el final- lo veré a la vuelta-)y no supe
más de mi vida, hasta que llegó la comida. Obvio, me comí todo. Adiós con tu
cuerpo 2.
El señor conductor del aeroplano dijo que llegaríamos en
menos tiempo (4 horas) y yo miraba el reloj del celu y decía que ya eran las
14:30, y recordé que hay dos horas de diferencia, AWEONÁ ilusa.
Dentro de todas las weás que pensé y medité durante el
vuelo, fue que me gustaría ser azafata ya que lo único que tienen que hacer es
sonreír, andar con su carro sirviendo cosas y hablar en inglés y viajar. Creo
yo, que igual sonreír todo el rato ante
gente ql es difícil, pero lo hago todo el tiempo J
, así que sería pan comido. Y con mi ingés avanzado OTSEA pinturita de uña.
Ya cuando avisaron que veríamos la Isla, todos los pendejos
del avión parecían kinder garden gritando con el Tío Marcelo de Cachureos
WUUOOOWWW! WUAAAAU! MAMÁAAAA! y otros derivados. Y yo estaba muy feliz porque las bendiciones
del cd evangélico de Don Juan habían surtido efecto y el vuelo no tuvo
problemas.
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